El Ladrido y el Aullido

Este no es mi primer fanfiction, ya he hecho como... ¿tres, relacionados con Ginga Nagareboshi Gin y Ginga Densetsu Weed? *cough ya leí las reglas cough*

Hace poco, después de unirme al foro, tuve la idea de hacer mi fanfiction, y ahorita tenía problemas encontrando un buen nombre para él... pero eso no importa =P Esta historia tiene que ver con Aleu y mi fursona/personaje, Zasha, una pastora alemán con un color bastante inusual.
 
Oh, y esto tendrá maldiciones, ¡Han sido advertidos!

Capítulo 1: La cacería del alce

Aleu estaba al mando de la cacería, mientras Nuk, Yak y Sumac rodeaban a la criatura.

-¡Este venado es más rápido de lo que pensé!- pensó Aleu,-¡Mas sé que no le quedan muchas fuerzas...!-

Sumac y Yak poco a poco se iban debilitando, dejándose caer al final, después de haber usado toda su fuerza. El único que podía seguirle el paso a Aleu era Nuk, quien, a pesar de no ser rápido como Aleu, él no se cansaba y en ese punto le llegaba al de Aleu.
 
-Su majestad, Yak y Sumac están cansados. ¿Cómo podremos capturar al alce sin la mitad del equipo?- preguntó Nuk, sintiéndose un poco injusto.
 
-Ve de vuelta con ellos y diles que se apuren, por el momento yo me encargaré de esto, Nuk- respondió Aleu con una sonrisa forzada, sabiendo que los lobos sarnosos no eran de fiar, pero eran mejor que haber llevado a Niju.
 
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Zasha se había dormido abajo de un árbol caído. Ella oyó unos galopes, seguidos de ladridos y aullidos cortos.
 
-¡¿Huh?! Aullidos... Galopes... ¡Esos aullidos!  ¡Y el olor! ¡Debe ser una loba en celo! Pff, me importa un bledo.- pensó Zasha, pero reflexionó:-Ahh, ¿y si me como este equino? Será muy interesante pelear contra ella.-
-Pero todas las lobas son predictables.-dijo en voz alta la pastor,- Sólo sirven para proteger cachorros y les enseñan la compasión, algo que no se requiere ni se permite en para lo que fueron creados. ¡Oh! Y no se me olvida que ellas comen la m1erda de sus cachorros al nacer.-
 
-Pero estoy perdiendo el tiempo. Hay que levantarse y adaptarse.- se dijo a sí misma.
 
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-Ha, ha, ha, ha, haa...ha ha- jadeaba Aleu al perder fuerzas contra el alce quien, estaba amenazando a Aleu con sus cuernos, harto de haber sido perseguido.
 
-Si no puedo salir de aquí, ¿cómo volverán Nuk, Yak y Sumac? O peor, si vuelven a la costa y le dicen a Niju que he muerto, ¿qué pasará con la manada? ¡No puede ser Niju el nuevo líder! Nava desapareció hace dos años, no he escuchado de mi familia, y no pude encontrar un sucesor...- pensó Aleu preocupada y agitada.
 
-¡Haha! ¡Tal como lo supuse, no tenías oportunidad contra el alce por ti misma!- gritó en lo alto de una roca una pastor alemán.
 
-¿Eh? ¿Quién eres tú para estar aquí?- preguntó ferozmente la loba, luchando por no dejarse morir.
 
-Heh, no conoces el resto del mundo como yo. Al menos como yo lo veo, no conoces las diferentes especies más las que comes y la de tu manada.- contestó Zasha.
 
-Soy la líder de mi manada, está prohibido hablarme así, perra.- comentó Aleu.
-Yo no soy parte de tu manada, así que te hablaré como yo quiera. ¿Porqué venías sola? ¿Piensas que es fácil derribar a un alce con un solo individuo?-
 
-Me acompañaron tres lobos, dos se cansaron y el tercero los está ayudando a seguirme.-
-Pudiste haber llevado al menos siete para que te ayudasen, y de tu manada, ¿sólo ordenas cuatro? ¿O es que la manada es muy pequeña?- dijo Zasha.-Esos lobos no tenían pinta de ser confiados.-
 
-Tenía que traérmelos o podría ser peor. Y sé que no son de fiar, pero como dije, eran los únicos disponibles.- Aleu responde. ¡¿Sabe de qué está hablando?!, pensó Aleu, Esta perra tiene cara de líder, pero es exigente, no puede serlo, sólo intenta hacerme ver en ridículo con sus palabras... Incluso si nadie está aquí, afortunadamente.
 
Zasha sabe qué decir en esta situación:
-¿Quieres que te ayude? Parece que no es un buen momento para charlar contigo, ahora que lo veo...-
-¡¿Ah, sí?! ¡No necesito tu ayuda! ¡Sal de aquí antes de que vengan los demás!- grita Aleu.
-Vaya, apesta ser tú, ¿verdad? No me importas, sólo el alce, no he comido en cuatro días y me comería un elefante, literalmente.- dice Zasha.
-¿Qué rayos es un elefante? ¿De dónde vienes?- pregunta Aleu.
-¡Si dije que no me importas, menos es lo que dices!- dijo Zasha, buscando un punto débil en el alce. Hasta que vio el estómago. Y ella se lanza hacia allí. Al ver tal pelea, Aleu pierde el conocimiento.

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Aleu se despierta y se encuentra en el mismo lugar donde fue atacada. No puede ver al alce, pero sí la sangre del equino, ya que fue brutalmente asesinado por Zasha.

-¿D-Dónde está-a... el alc-ce..?- preguntó Aleu nerviosa.
-Lo maté y está en mi árbol. Tengo una manada que alimentar.-
-¡Ese alce era también para la mía!-
-Lástima, yo lo maté primero y fui yo quien se esforzó más, es más pesado que correr por kilómetros.-

-¡No vuelvas aquí o te mataré, ¡¿oíste?!- gritó Aleu mientras Zasha se iba corriendo.
-¡Volveré, y no te preocupes, volveremos a vernos en poco tiempo, hija de Balto!- contestó Zasha de vuelta.
-¿Cómo sabe de quién soy hija?- Se pregunta Aleu. -¡No sabes lo que estás diciendo! ¡No sabes de lo que te estás metiendo!-
-No das miedo, puedo ver que eres una aficionada y fuiste líder con tal saber que eras loba y ya.- respondió Zasha, y desaparece en la distancia, dejando atrás a una Aleu ofendida.

Continuará...

Capítulo 2: Un gran cambio

Aleu había perdido su presa. También a la extraña perra que la había insultado. Avergonzada y enojada, corrió hacia donde se supone que estaban Nuk, Sumac y Yak, pero no se encontraban ahí...

-Nunca debí haberles dado permiso para descansar. Me han abandonado.- pensó Aleu, más enojada pues tendría que volver a su manada sola: Ni con presa, ni con miembros de ella. 
-Esa maldita perra es muy valiente como para venir a nuestro territorio sola. ¿Tiene un Aura grande que la protege o qué?- pensó de nuevo la líder, corriendo y sin aliento para hablar.

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-¡¿Líder, cómo que no pudo alcanzarla?!- los lobos se quejaban cuando veían a Aleu corriendo hacia ellos sin nada que traer.
-¡Esta isla no contiene mucho venado! ¡¿Hiciste un camino para cumplir tu responsabilidad, y no pudiste ni morderle los talones?!-
gritaban los lobos.

-¡Tranquilos! No fui sola. Sumac, Nuk y Yak me acompañaron. Mas ellos se acobardaron y huyeron sin ni siquiera ver la presa.-
-¡Pudiste haber escogido a alguien más! ¡Por mucho que juren estar contigo, no deberían acompañarte ni ayudarte! ¿Porqué los elegiste?- se quejaron una vez más.
 -¡Además, tuve que lidiar con una extraña perra quien se la robó! ¡Esa perra parece tener más agilidad que la mayoría de ustedes!-contestó Aleu dando sus razones.
-¡¡Aún así!!-
-¡Ella me salvó la vida! ¡Estaría muerta si no fuera por ella!¡¿Tienen miedo de perder a una presa, o a su líder?!- gritó Aleu terminando su charla y retirándose.

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-Mmmmmhh... ¡Delicioso!- dijo Zasha complacida por la comida que se había ganado, o, había robado. 
También había mentido: no tenía manada qué alimentar. -Hmm... la vida aquí afuera no es tan difícil como me decían. ¡Esos puntos de vista venían de animales sin experiencia en matar seres vivos! Y esa loba... es sólo una amateur, no sabe cómo dirigir una manada.-

Una niebla de pronto cubrió su cueva y su árbol. 
-¿Huh? ¿Qué es esto?- se preguntó Zasha. Por la niebla la pastor alemán pudo distinguir una loba blanca.
-Aniu... La madre de Balto... que descanse en paz... ¿Qué quieres de mí? ¿Qué quieres saber?- preguntó Zasha en la niebla, que distorsionaba la manera de sus palabras, hasta parecer que hablaba por telepatía.
La loba blanca no dijo nada. Sin embargo sus ojos se volvieron blancos y aulló. Zasha la acompañó, pensando que recibiría un castigo por robarle la comida a su nieta.

Eso no pasó.

Zasha sintió una leve punzada en su corazón, como si alguien le metiera algo adentro, y su cola pareció cambiar de color, su vista se bloqueó y sus ojos también cambiaron. Poseía armas en su espalda ahora, y Aniu se fue llevándose la niebla, no sin antes dejar una Daschund que se podía encoger y engrandecer, Cuca, al lado de Zasha.

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-¡Oye, Zasha, despierta!- Cuca dice repetidamente para despertarla. -¡Caíste inconsciente al ver a Aniu! ¡Ahora seré...!-
-Woow... eso ayer... la niebla... ¡¿Qu-...?! ¡¿Quién eres tú?! Vaya, no pareces ser más que un insecto así que no debería asustarme.-
-Pues te vas a asustar cuando veas mi trabajo y mis poderes. ¡No deberías preocuparte, tú también tienes uno!- comentó Cuca.

-¿Cómo?-
-Voltéate. Ve tu cola.-

Zasha lo hizo así y notó que la punta de su cola, era ahora de color morado brillante.



Continuará...